NITRÓGENO. Fertilizantes nitrogenados
En el caso de los fertilizantes nitrógenados, su síntesis se realiza a partir del nitrógeno atmosférico (N2), a través del proceso de Haber-Bosch, para producir amoníaco. Anualmente se hidrogenan 120 millones de toneladas métricas de N2, esta hidrogenación se produce con el 3-5% del gas natural consumido globalmente, lo que supone la emisión de grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) [1], emisiones que contribuyen al cambio climático.
En este proceso, son varias las tecnologías que en los últimos años se están desarrollando con objeto de reducir su impacto ambiental, si bien su estado de desarrollo es bastante incipiente [2], [3].
FÓSFORO Y POTASIO
En el caso del fósforo y el potasio, su extracción se produce de yacimientos minerales. En el caso de la roca de fosfato las reservas se estiman en 300 billones de toneladas (aproximadamente 105 billones de toneladas de P2O5), siendo los primeros países productores Marruecos, China y Argelia [4].
En el caso de la roca potasa las reservas mundiales se estiman en 250 billones de toneladas (aproximadamente 59 billones de K2O), localizándose las mayores en Canadá, Bielorrusia, y Rusia [4]. En definitiva, las principales reservas minerales se encuentran fuera de Europa, lo cual ha llevado a la UE a introducir en 2014 a la roca fosforada dentro de su lista de materias críticas.
Además, la dependencia de la UE en gas natural supone el 67,4% según datos del EUROSTAT de 2014, recurso principal para la producción de fertilizantes nitrogenados.
Si a lo dicho anteriormente, unimos una tendencia creciente en el consumo mundial de los fertilizantes basados en N, P, K, como se muestra en la Figura 1, supone que la UE sea la región económica más vulnerable en la lucha por los recursos mundiales, debido a esta situación de dependencia tal y como apuntan algunos estudios: Environmental and resource footprints in a global context- Europe’s structural deficit in resource endowments.
1 Comentario
Al reducir el consumo de fertilizantes se reduce la huella de carbono de la explotacion, se contribuye a no incrementar el efecto invernadero, y se obtiene una produccion sostenible con el medio ambiente que permite maximizar los beneficios de la explotacion agricola.